5.3.08

Cacaluta 30-9-99

Tres días bajo la lluvia, y por fin se abre un claro para sentir a plenitud un sismo de más de siete grados en la escala de Richter. En esos momentos todo se suspende en el más primitivo de los vértigos, y es ahí donde se puede ver la verdadera faz de lo efímero.
Después el tiempo volvió a cerrarse en agua, y la formidable armazón del Taller Estético me hizo sentir adentro de algo invencible.

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