15.8.07

Cacaluta 31-5-99

Inicié el primer diario a los dieciséis años. Se trataba de ponerle alas a los sueños, y comencé a pilotear una nave con todo el deseo de que puede ser capaz un adolescente atractivo y asesino. Después, muchos libros y cuestionamientos de por medio, una tarde extrañamente druídica del verano de 1971, encima de la caseta de un guardia y frente al lago de High Park en Londres, empecé a darle cuerpo a los desvaríos nietzscheanos, y la intención sólo duró un par de cuadernos, seguramente extraviado entre tanto reacomodo de pertenencias.

Durante mi experiencia grupal hacia principios de los setenta, el yo interior se hizo trizas: el cuerpo sacrificial del líder que alimenta el deseo de eternización de las masas. Sin Raga, sin su radiantez siempre amorosa, me hubiera resultado imposible recomponer el descuartizamiento. En la vida de todo Osiris, hay siempre una Isis renacedora y fecundante. Ahora, entre la cercanía de los cincuenta años, y tras vivir veinte de plena experiencia utópica con Raga, intento de nuevo abrirme a la mirada autoacechante. No el merodeador de cadáveres, sino el anacrónico buscador de verdades que sospecha que confundidas entre las formas que se arrastran, hay claves que permiten el hermanamiento de los corazones y las voluntades al borde del abismo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenido a la modernidad jaja...
nunca es tarde!!! jaja

atte
Silvia Álvarez Robles

Tryno dijo...

Maese Da Jandra, bienvenido de regreso de la selva. Qué bueno tenerte por estos lares del cyberespacio. ¡A poster! ¡Salud y larga vida!

Guillermo Núñez dijo...

Di con este inicio a través del blog de Tryno. Suerte.

osito dijo...

Felicidades Leonardo: Cuentnos algo del encuentro de escitores que estas co-organizando con Rolado MAzariegos, y Alejandro Aldana, ha celebrarse en Chiapas.
Saludos